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El té es hoy una de las bebidas más consumidas del mundo, pero ¿sabías que su producción en la India no siempre existió?

La historia del té indio tal como lo conocemos tiene un protagonista clave: Robert Fortune (1812-1880), un botánico, explorador y aventurero británico cuyo legado transformó para siempre la industria del té. Su osada misión para llevar plantas de té desde China hasta la India fue uno de los mayores movimientos estratégicos del Imperio Británico en el siglo XIX.

¡Descubramos su historia!

Un explorador al servicio del té

Robert Fortune nació en Escocia en 1812 y desde joven se sintió atraído por la botánica. Su pasión lo llevó a convertirse en recolector de plantas para la Royal Horticultural Society, lo que le permitió embarcarse en cuatro expediciones a Asia Oriental entre 1843 y 1861.

Durante sus viajes, recolectó una inmensa variedad de especies exóticas, desde camelias hasta crisantemos, pero ninguna fue tan valiosa como la «Camellia sinensis», la planta del té.

A mediados del siglo XIX, China tenía el control absoluto de la producción y exportación del té. Gran Bretaña, gran consumidora de esta infusión, dependía completamente de las importaciones chinas, lo que encarecía el producto y lo convertía en un monopolio difícil de romper.

Para evitar esta dependencia, el gobierno británico y la Compañía de las Indias Orientales buscaron una alternativa: cultivar té en la India, una colonia británica con el clima ideal para su producción. Pero había un problema: no sabían cómo hacerlo.

Ahí es donde entra en escena Robert Fortune. En 1848 la Compañía de las Indias Orientales lo envió en una misión encubierta a China con el objetivo de obtener semillas, plantas y el conocimiento necesario para replicar el cultivo del té en suelo indio.

Robert Fortune: El hombre que llevó el té de China a la India

El espionaje botánico: una misión arriesgada

En aquella época, China tenía estrictas restricciones sobre la exportación de sus plantas de té y su proceso de producción era un secreto bien guardado. Para lograr su misión, Fortune tuvo que disfrazarse de comerciante chino, adoptando vestimentas locales e incluso un peinado típico para no ser detectado.

Acompañado por guías y traductores, viajó por provincias como Fujian y Zhejiang, lugares donde se cultivaba el mejor té verde y negro del mundo.

Durante sus expediciones, Fortune no solo recolectó miles de semillas y cientos de plantas de té, sino que también logró algo aún más valioso: reclutar trabajadores y expertos chinos que conocían el complejo proceso de producción del té.

Estos conocimientos eran cruciales, ya que no bastaba con trasladar las plantas; también era necesario entender su cultivo, cosecha y elaboración.

A pesar de múltiples dificultades y el riesgo de ser descubierto, Fortune logró su cometido y envió más de 20.000 plantas de té a la India, específicamente a la región de Assam y Darjeeling, donde comenzaron a cultivarse de forma experimental.

Robert Fortune: El hombre que llevó el té de China a la India

El impacto de su legado

Gracias a la labor de Robert Fortune, la India se convirtió rápidamente en uno de los mayores productores de té del mundo. Hoy en día, el té de Darjeeling y Assam son reconocidos por su calidad y forman parte de nuestra selección de tés puros, donde puedes encontrar estos sabores con siglos de historia.

El trabajo de Fortune también reveló un hecho sorprendente para los británicos: hasta entonces, muchos creían que el té negro y el té verde provenían de especies de plantas diferentes, pero Fortune descubrió que ambos se elaboraban a partir de la misma planta (*Camellia sinensis*), diferenciándose solo por su proceso de oxidación.

Más allá del té: otras contribuciones botánicas

Aunque su contribución más famosa fue la introducción del té en la India, Robert Fortune también fue responsable de traer a Occidente una gran variedad de plantas ornamentales y agrícolas. Entre ellas destacan especies como el kumquat, diferentes variedades de bambú y numerosas camelias que hoy adornan jardines en Europa y América.

Además, documentó sus experiencias en varios libros, donde describió no solo sus descubrimientos botánicos, sino también sus observaciones sobre la cultura china de la época, ofreciendo una visión fascinante de un mundo poco conocido en Occidente.

Robert Fortune: El hombre que llevó el té de China a la India

Un legado que sigue en cada taza de té

Más de 150 años después, el impacto de Robert Fortune sigue vigente cada vez que disfrutamos de una taza de té indio. Su arriesgada expedición no solo cambió la historia del comercio del té, sino que democratizó su acceso, permitiendo que más personas en todo el mundo disfrutaran de esta infusión milenaria.

Si eres un amante del té, te invitamos a explorar nuestra selección de tés puros, donde encontrarás variedades icónicas como el Darjeeling, un té con la herencia de aquellos primeros cultivos introducidos por Fortune.

Así que la próxima vez que prepares tu té favorito, recuerda que detrás de cada hoja hay una historia de aventura, exploración y pasión por esta bebida universal.

¡Brindemos con una taza de té por Robert Fortune!

Robert Fortune: El hombre que llevó el té de China a la India
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